La salida de la crisis parece no llegar, a pesar de algunos datos macroeconómicos "esperanzadores": aumento del turismo, incremento de la exportaciones, etc. Pero, es que la cruda realidad económica nos sumerge en la misma coyuntura económica de esta crisis, que no parece finalizar. El empleo, según la EPA, se mantiene en tasas del 26% de parados, peroahora le añadimos el descenso de la población activa y además se consolida el aumento de parados de larga duración. El nivel de desempleo juvenil sigue sigue siendo alarmante, casi el "punto más dramático" de esta posible, y "cacareada" por los políticos de turno, recuperación económica.
La destrucción de empleo público sufrida en 2013 se cebó en este colectivo de trabajadores. Volvemos a niveles de empleo de 2004 motivados por la decisión del Gobierno de reducir a mínimos la tasa de reposición y los recortes aplicados en las administraciones, sobre todo en las comunidades, explica la pérdida de empleo en el sector. La reforma laboral, consecuente con las demandas de un mercado más "flexible", o sea más adaptado a la lógica liberal económica que parece ser la senda por la que se encamina nuestro país y Europa, ha posibilitado empleos más precarios y por supuesto más baratos.
