La consecuencia más inmediata después del fiasco de la elección de los Juegos Olímpicos de 2020, ha sido cuestionarse nuestra capacidad de expresión oral, ya no sólo discutida en inglés y otros idiomas, sino en español. La asignatura pendiente del inglés en foros internacionales, viajes personales y la comunicación más cotidiana no sólo es un rasgo característico del "españolito de a pie", sino que ahora se pone en tela de juicio nuestra competencia lingüística en español. En educación asistimos a ello con la ausencia de entrevistas personales, ejercicios orales, ausencias de debates públicos en nuestras materias. Esta falta de dialéctica y retórica lo impregana todo y no hay más que ver las ausencias públicas de nuestros políticos, la falta de retórica de personajes públicos, muchos de ellos con asistentes sobrepagados en marketing de publicidadad...Todo ello queda recogido en este artículo del viernes 13 de El País "Cero en expresión oral" .